lunes, 10 de septiembre de 2012

Estirar es bienestar


Son la diferencia entre las lesiones y parones continuos y realizar tus objetivos. Evita los dolores musculares y de espalda con sólo 20 minutos diarios
Hay muchos motivos por los que es conveniente estirar a diario, seguramente es el ejercicio más suave, gratificante y que más ventajas aporta para el poco esfuerzo que se hace.
Los estiramientos son el punto de inflexión del sedentarismo al deporte. Gracias a ellos podemos mantener los músculos flexibles y preparados para el movimiento. Son fundamentales en la preparación y educación física, entrenamiento, musculacion, gimnasia y en general para cualquier actividad física.

Sus beneficios son muy diversos: aumentan la flexibilidad y la extensión de los movimientos, evitan lesiones comunes, como tirones musculares, torceduras, tendinitis, sobrecargas, lesiones por stress muscular o molestias en las articulaciones. Pueden ayudarnos en problemas tan distintos como la fascitis plantar, sindrome del tunel carpiano, gases, insomnio, menstruación, ciática, estrés, dolor de cabeza, dolor de espalda o tendinitis. Reducen la tensión muscular y relajan el cuerpo, mejoran la coordinación de movimientos, el conocimiento del cuerpo y agilizan la circulación y la oxigenación del músculo y por lo tanto su recuperación. Estirar después del ejercicio previene el endurecimiento muscular y la calcificación tendinosa además de ser una sensación agradable.
El mejor momento para estirar es después de calentar, sobre todo si el deporte que va a practicar incluye cambios de dirección y de velocidad, como el baloncesto, Se hará un estiramientos suave y más concreto y con más tiempo al finalizar cada deporte, pero pasados unos minutos. También en cualquier momento del día, pero resulta mucho más eficaz antes de ir a la cama para evitar que se produzca de nuevo tensión muscular por los movimientos de la vida diaria. Ten en cuenta que cuanto mayor es la masa muscular, más y mejor tienes que estirar, lo mejor es hacerlo a diario aunque no entrenes o ni siquiera hagas deporte pero al menos, 4 veces por semana para mantener la flexibilidad.

Calienta siempre antes de estirar. La manera adecuada es con una tensión suave sin dolor y mantenida 20 segundos. Pon atención en los músculos que se están estirando. Concéntrate en ellos, y realizalo por grupos musculares, musculos de las piernas anteriores superiores con anteriores inferiores, lo mismo con los posteriores, no olvides el tronco: abdominales laterales, pectorales y espalda, ni los brazos, al estilo de las piernas. Jamás hagas rebotesni trates de batir tu record de flexibilidad cada día, ten en cuenta que si te pases estirando, lo que hará el músculo es contraerse y en la posición que estás puedes sufrir una rotura de ligamentos tampoco aguantes la respiración durante el estiramiento. Adapta los ejercicios a la estructura muscular, flexibilidad, cualidades físicas y grados de tensión. Cómo todo, los buenos resultados llegan con tiempo, perseverancia y paciencia.
Cuanto mayor es la masa muscular, más y mejor tienes que estirar
La respiración mientras debe ser rítmica y controlada, si se ésta doblando hacia adelante para estirar un músculo, se espirará mientras se hace este movimiento y después, durante el estiramiento, respiraremos despacio. No cortes la respiración mientras se mantiene la tensión del músculo. Si esta posición impide respirar con naturalidad es que no se está relajado, entonces debemos disminuir la tensión, hasta que se pueda respirar con naturalidad.
Calienta siempre antes de estirar, es algo fundamental, nunca estires sin calentar, así reduces el riesgo de lesiones y se incrementa la flexibilidad. El objetivo es elevar la temperatura corporal hasta el punto de empezar a sudar. Su duración será de un mínimo de 10 minutos y puede llegar hasta los 30 minutos, por lo que 25 o 20 minutos es perfecto. El calentamiento debe ser suave o realizar ejercicios de movilidad que imiten los que vayan a hacerse en el entrenamiento.
Ejemplos: andar rápido, correr lentamente (o estáticamente), saltar a la comba, bicicleta, nadar o saltos.

Siguiendo esta serie de normas, muy fáciles en cuanto te pongas manos a la obra, tus movimientos mejorarán, serán menos torpes y más livianos, tu elasticidad aumenterá, evitarás lesionarte con tu deporte incluso aunque te tuerzas un tobillo al correr, ganarás fuerza en la articulaciones y tu calidad muscular será perfecta. Habrás logrado una muy buena base para empezar a hacer deporte o para asimilarlo que muchos desprecian y por eso no consiguen sus objetivos.

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